Donald Trump informó que mantuvo una “muy buena conversación telefónica con Xi Jinping” y que ambos tendrán una extensa reunión a fin de mes en el marco de la cumbre del G 20 que se realizará en Osaka.
Además, anunció que funcionarios de ambos países se reunirán previamente lo cual significa que los presidentes se encontrarán con los puntos de un posible acuerdo bastante avanzados. En Pekín confirmó el diálogo en el cual Xi habría señalado las dificultades que había en la relación bilateral pero que esa situación “no estaba en el interés de ninguna de las partes”.
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Los mercados reaccionaron positivamente frente a esta información a pesar de que quedan muchos temas por negociar y las subas de aranceles que se impusieron mutuamente China y Estados Unidos, siguen vigentes.
La guerra comercial entre ambos países es considerada la principal causante de la desaceleración de la actividad económica global y que llevó a distintas instituciones a recortar sus pronósticos de crecimiento para 2019.
En la cumbre de Buenos Aires, Xi y Trump acordaron una tregua, pero vencido su plazo sin que se llegase a un acuerdo, Estados Unidos dispuso una suba de aranceles que mereció represalias por parte de China.
Del mensaje de Trump se desprende que intentará lograr un acuerdo pese a que muchos analistas, y los propios mercados, consideraban que había que prepararse para una guerra comercial prolongada.
Por otra parte, Trump medirá su política hacia China en términos electorales. El año que viene buscará su reelección (anoche lanzó oficialmente su candidatura en Orlando) y un acuerdo integral podría ser presentado como un éxito pero tampoco puede descartarse que continúe con un discurso confrontativo porque la pelea contra China tiene un considerable respaldo en las sociedad.
